البقاء على قيد الحياة

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البقاء على قيد الحياة

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هناك حاجة ماسة إلى الصحافة المحلية في إيطاليا، ولكن كما تفيد لورا سيلفيا باتاليا، فإن مجرد القيام بعملك الصحفي قد يعرّضك للخطر

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ساندرو رووتولو هو مراسل مخضرم اشتهر بعد أن أمضى سنوات عديدة في التحقيق بأعمال المافيا وعصابات الكامورا في جنوب إيطاليا. عمل في البداية مع مؤسسات إخبارية محلية قبل أن ينتقل للعمل مع التلفزيون الوطني. يقول رووتولو أن القدرة على القدرة على الاستمرار في تغطية التكاليف المالية ليست المشكلة الوحيدة التي تواجهها الوسائل الإخبارية المحلية – بل هناك أيضا مخاوف تتعلّق بموظفيها. يعمل رووتولو الآن في نابولي لدى “فانبايج”، وهي قناة تلفزيونية تبث عبر الويب لديها تسعة ملايين متابع. يقول رووتولو أن الصحف المحلية التي نجحت في النفاذ بجلدها من خلال “الانتقال…الى المنصات الرقمية” يجب ليس فقط أن تبتكر وتتكيف بل أيضا أن تتجنب أمرا حيويا لا يؤثّر فقط على المستوى الوطني، بل أيضا على المستوى المحلي وربما بشكل أكبر، ويعني بذلك مشكلة تضارب المصالح بين القيادة التحريرية والملكية المالية. 

يقول رووتولو لإندكس: “عندما يقوم الصحفيون، وخاصة الصحفيون المحليون، بالتدقيق في تضارب المصالح هذا، لأنهم يؤمنون بالصحافة المستقلة، فإنهم يعرضون أنفسهم للخطر الجسدي. فحقيقة أنه لا يزال هناك ٢١ صحفياً، ٢٠ منهم يعملون في الصحافة المحليّة، يحتاجون لحراسة الشرطة بسبب تهديدات القتل التي وردتهم، هي أمر يلام عليه كل الصحفيين الآخرين الذين يرتبطون ارتباطاً وثيقاً بالسياسيين ويتوّرطون في تضارب المصالح هذا”.

حصل رووتولو على حراسة من الشرطة بعد أن تلقى تهديدات متعددة بالقتل.  تم إبطال ذلك من قبل وزير الداخلية ماتيو سالفيني، قبل أن يتم إعادة فرضه. انتقد الناس قرار ابطال حراسته وهذا، كما يقول رووتولو، يؤكد على وجود عطش لدى الجمهور للصحافة النزيهة. يقول: “تثبت تجربتي أنه هناك تعطّش لدى الشعب الإيطالي للمعلومات… في عصر الجهل، يحاول الجمهور إعادة فرض حقه في سماع الحقيقة. بالنسبة لي، هذا أمر هو ذو أهمية سياسية هائلة”.

ترجمة دينيز موير

لورا سيلفيا باتاليا هي محرّرة مساعدة في إندكس

لماذا يجب أن نهتم بالصحافة المحلية؟

غالبًا ما تفتقر الصحافة المحلية في فرنسا وبلجيكا إلى الجرأة في مساءلة المسؤولين أو الشركات أو المؤسسات المحلية، أو في تغطية القضايا المثيرة للجدل. لكن على الرغم من ذلك، تقدّم الصحافة المحلية خدمة أساسية للمصلحة العامة عن طريق تقديم معلومات حول القضايا الهامة، والمساهمة في إنشاء فضاء للنقاش العام، وابراز انجازات العديد من الناس والمجتمعات الذين يشعرون بأنهم مهمّشين من قبل وسائل الإعلام الوطنية. إذن، يقوّض تقهقر الصحافة المحلية رسالة الصحافة ككل، ويخلق ثقوبًا سوداء في وقت أصبح فيه فهم قضايا المناطق الداخلية في كل البلدان أمرًا بالغ الأهمية. كما أن تراجع الصحافة المحلية قد يغذي اللعبة الشعوبية من خلال مفاقمة الشعور بـ “التخلي” والتهميش، وشعور سكّان هذه المناطق بأنهم يعيشون في قرى وبلدات منسية.

جان بول مارثوز، صحفي بلجيكي وكاتب عمود في “لو سوار”

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Cuestión de supervivencia

[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=”Italia está muy necesitada de periodismo local, pero el trabajo de reportero puede llegar a ser peligroso. Informa Laura Silvia Battaglia”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Sandro Ruotolo es un veterano reportero de investigación, célebre por los años que se ha dedicado a investigar sobre la mafia y la camorra del sur de Italia. En sus inicios trabajaba para informativos locales; más adelante pasó a la televisión nacional. Según Ruotolo, la supervivencia financiera no es el único problema al que se enfrenta la prensa local: también tienen que preocuparse por su plantilla.

Actualmente, Ruotolo trabaja en Nápoles para Fanpage, un canal de televisión web con nueve millones de seguidores, y afirma que los periódicos locales que han conseguido “salvarse con la transición a lo digital” han de innovar y adaptarse. A esto se le añade lidiar con un problema que, si bien existe a nivel nacional, localmente se nota más: el conflicto de intereses entre la directiva editorial y la propiedad financiera.

Explica para Index: “Los periodistas, especialmente los locales, se exponen al peligro cuando se lanzan a indagar sobre esa fusión de intereses, guiados por una fe en el periodismo independiente. El hecho de que aún queden 21 reporteros con escolta policial, 20 de ellos a nivel local, a raíz de las amenazas de muerte que han recibido, es por culpa del resto de periodistas que se vinculan estrechamente con políticos y cultivan conflictos de intereses de este tipo”.

A Ruotolo, que ha recibido múltiples amenazas de muerte, también le asignaron una escolta policial. El ministro del interior, Matteo Salvini, revocó la medida antes de volver a instaurarla. La decisión de retirarle la seguridad recibió críticas del público, lo cual, según Ruotolo, indica una sed de información veraz.

“Mi experiencia demuestra que el pueblo italiano quiere estar informado —dice—. En esta época de ignorancia, el público está reclamando su derecho a oír la verdad; cosa que, a mi parecer, tiene una gran importancia política”.

[/vc_column_text][vc_column_text]Laura Silvia Battaglia es redactora adjunta en Index[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

¿Por qué debería importarnos el periodismo local?

La prensa local de Francia y Bélgica a menudo ha demostrado una falta de valor a la hora de insistir en que dirigentes, empresas o instituciones rindan cuentas, o de cubrir noticias potencialmente polémicas. No obstante, siempre ha ofrecido un servicio de interés público esencial, como es informar sobre ciertos temas, contribuir a la formación de un debate público y dar visibilidad a individuos y comunidades que han sido ignoradas por los medios nacionales (o se hayan sentido así). La desaparición del periodismo local socava la práctica del periodismo al completo, generando agujeros negros en un momento en el que es crucial comprender lo que pasa “en los pueblos”. Una ausencia así amenazaría la entrada en un juego de populismo al exacerbar la sensación en esas regiones de haberse quedado “tiradas”, olvidadas o estar viviendo en ciudades y pueblos “de paso” o “en medio de la nada”.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Jean-Paul Marthoz, periodista belga y columnista para Le Soir

Traducción de Arrate Hidalgo Sánchez[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Enfrentarse a la primera línea

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Journalists attend a workshop on conflict reporting in Sulaymaniyah, Iraq. Pic by Bnar Sardar

Journalists attend a workshop on conflict reporting in Sulaymaniyah, Iraq. Pic by Bnar Sardar

[/vc_column_text][vc_custom_heading text=”Los periodistas iraquíes están sometidos a ataques desde todos las direcciones. Una serie de programas de seguridad ofrece ahora entrenamiento para reporteros de guerra y periodistas que necesiten luchar contra las amenazas constantes y el peligro en el entorno urbano. Informa la formadora y periodista Laura Silvia Battaglia.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Mahmud al-Hasnawi, un periodista y presentador de televisión iraquí, se pone en pie en la sala de entrenamiento: “Para seros sincero, es la primera vez que me doy cuenta de la necesidad de unas normas de seguridad para periodistas en el terreno. Nadie me lo había explicado nunca. He estado con el ejército iraquí en el campo de batalla contra el EI varias veces, pero lo único que tenía era un chaleco antibalas y mi cámara. Si me mato, les da igual”. Al-Hasnawi es un joven periodista iraquí de gran talento, oriundo de Kerbala, la ciudad santa de los chiíes iraquíes y una de las más importantes del país. Antes trabajaba como presentador para el canal de televisión local. En abril de 2014 empezó a contemplar la idea de realizar reportajes sobre el ejército iraquí en el frente contra el EI. Un par de meses más tarde cubría la batalla de Babel, antes de marcharse a Ramadi.

Al-Hasnawi completó un entrenamiento de cinco días que imparte el Centro de Medios de Comunicación Independientes de Kurdistán, uno de las docenas de cursos para periodistas iraquíes en Erbil, Basora y Kerbala. Se entrenan destrezas como analizar el entorno para identificar peligros, reconocer tipos de armas por el sonido de las balas, utilizar armaduras corporales, ayudarse de la dark web para mayor seguridad y hackeo o pirateo básico.

También aprendió a administrar primeros auxilios en el campo de batalla. «Ahora sé cómo realizar la reanimación cardiopulmonar y cortar una hemorragia si el EI me lanza una granada y resulto herido», explica. Su entrenamiento como periodista preparado para la guerra podría salvarle la vida. También es muy importante que los reporteros actúen con precaución durante una manifestación o tras un atentado suicida, no solo seleccionando el mejor ángulo para sacar fotos, sino también evitando el arresto, el gas lacrimógeno o acabar atrapados en una segunda explosión. “Una vez, estando en el lugar de una explosión, me dio miedo salir corriendo hacia el coche que acababa de estallar. Resultó ser una buena corazonada, porque hubo una segunda explosión, pero nadie me había explicado nunca dónde tenía que ponerme en el escenario de un atentado”, cuenta al-Hasnawi.

Fue uno de los 75 periodistas iraquíes (15 por grupo) que hicieron el curso del pasado octubre. Los 13 hombres y dos mujeres que asistieron al entrenamiento en Kerbala pidieron expresamente que la formación también cubriese trastornos psicológicos. Así pues, el cursillo también se centró en cómo minimizar el estrés, el trastorno de estrés postraumático y el trauma vicario. Al final de las sesiones, los periodistas pidieron que las organizaciones internacionales mostraran un mayor compromiso con la oferta de formación en Irak y otros países, como el Líbano, Turquía o Jordania.

El entrenamiento en cuestiones de seguridad se ha vuelto aún más vital, ahora que un nuevo frente interno con el EI ha provocado la inserción de periodistas locales poco preparados en el ejército del país o entre los peshmerga, en el Kurdistán iraquí. Muchos de los periodistas entrevistados aseguraron que entre sus experiencias de inserción estaba ser conducidos al frente por las tropas iraquíes sin saber exactamente dónde estaban ni cuánto tiempo se iban a quedar. Además, nunca recibieron entrenamiento de seguridad de ningún tipo, desconocían el uso adecuado de aparatos electrónicos en el campo de batalla y nunca habían firmado contrato alguno con el ejército. La mayoría afirma que únicamente se les dio un chaleco antibalas bastante ligero y, a veces, un casco. Pocos saben cómo salvarle la vida a un compañero en la batalla. Entre los periodistas se da también una ignorancia casi total en cuanto a encriptación de datos (see Stephen Grey on page 58), además de cierta preocupación en lo concerniente a utilizarla, por miedo a que el ejército, la policía o las milicias los acusen de actividades terroristas.

La Organización de Mujeres por la Paz, perteneciente a un grupo más amplio de ONG locales, como el foro de mujeres periodistas iraquíes, solicitó dos cursos en Bagdad: uno para periodistas centrados en derechos humanos y activistas menores de 30 años; el segundo, para mujeres que se dedican al periodismo. Muchas de las que acudieron a las sesiones han solicitado después una formación más intensiva.

Entre las estudiantes se encuentra Hala Almansur, periodista de 40 años afincada en Basora. En un principio se mostró reacia a contar su historia, pero al terminar el curso, dijo: «Fui testigo de asesinatos y muertes en Basora durante la guerra. Pedí ayuda psicológica y me ayudó mucho. Ahora intento ayudar a otras mujeres en la misma situación. El problema es que Irak está volviendo a pasar por una época difícil y estoy harta de toda la corrupción que hay en esta sociedad y de las amenazas que sufren civiles y periodistas. Quiero aprender a defenderme».

Almansur, como la mayoría de los periodistas del taller, trabaja en un medio local. Los miembros de más edad y más experimentados del grupo habían trabajado como guías locales para medios internacionales durante la ocupación estadounidense, o como traductores para las tropas de EE.UU. o el ejército británico en la primera Guerra del Golfo. Más tarde, muchos corrieron el riesgo de ser etiquetados de “colaboradores”. En la mayoría de los casos, esa amenaza provenía de las milicias.

Otro asistente al taller fue Tarik Alturfi, de 40 años. Experimentado periodista para Alamda Press, en Kerbala, está casado con una compañera de profesión, con quien tiene un hijo pequeño. Solo una vez estuvo en el frente contra el EI: “Llevo 20 años cubriendo noticias desde Irak y el área de Kerbala. Me apunté a este taller porque todos los días tenemos que vérnoslas con las milicias. El EI no es el peor de nuestros problemas”. Alturfi está firmemente comprometido con el periodismo imparcial. “Los periodistas tienen que defender al pueblo iraquí, no a los ladrones y criminales que están sentados en el parlamento”, denuncia. Alturfi cuenta que las milicias locales lo secuestraron en 2010 por “escribir un artículo sobre un político local, subrayando su falta de responsabilidad al no proteger el área de Kerbala”. Un grupo de hombres de la zona raptaron a Alturfi, lo retuvieron durante una noche en una ubicación secreta, lo colgaron del tejado y lo torturaron. Después lo soltaron, tras hacerle prometer que “se portaría mejor”. Aún sonríe, pero el trauma está ahí.

Hay muy pocos periodistas independientes en Irak. Es difícil ganarse la vida como autónomo sin trabajar para medios panárabes o cadenas internacionales como Al Jazeera o Al Arabia, Vice o la BBC. Los periodistas extranjeros que trabajan en Irak también corren riesgo de amenazas y, a veces, detenciones a cargo de la policía o el ejército iraquí. En 2013, el periodista francés-australiano Nadir Dendoune estuvo tres semanas detenido por sacar fotos en una zona restringida de Bagdad. El gobierno disuade firmemente la difusión de noticias sobre temas como la corrupción, la contaminación por uranio empobrecido o las amenazas contra periodistas o activistas.

La situación de los periodistas independientes iraquíes es muchísimo peor que la de los europeos y estadounidenses, según el Comité por la Protección de los Periodistas. La Rory Peck Trust, que se dedica a ofrecer apoyo a periodistas independientes, expone que los reporteros afincados en la localidad son quienes más amenazas reciben con diferencia, además de ser víctimas de la inmensa mayoría de los asesinatos, encarcelamientos y secuestros. La organización apela a gobiernos, combatientes y grupos internacionales para que respeten la neutralidad de los periodistas y pongan fin inmediato a este ciclo de impunidad.

Es indudable que las organizaciones internacionales tienen el deber de facilitar entrenamiento de seguridad a los periodistas y activistas iraquíes en zonas de riesgo. La clave para alentar a la libertad de prensa en uno de los estados más corruptos de Oriente Medio, según Transparencia Internacional, es apoyar a los activistas y reporteros que no quieran depender de partidos políticos o intereses sectarios.

La sociedad civil iraquí se ha organizado en pequeñas asociaciones, como colectivos de mujeres, sindicatos o grupos de ciberactivistas, todos ellos con la intención de tomar parte activa en el funcionamiento del país. Todos ellos necesitan protección.

En ocasiones, como formadora en cuestiones de seguridad, me topo con periodistas iraquíes que creen no necesitar un entrenamiento de este tipo. Por lo general contestan cosas como: “No nos hace falta. Somos iraquíes”.

Frases así dan fe de la capacidad de resistencia de quienes aún viven en Irak, pero un periodismo local de calidad es vital para que el pueblo iraquí sepa lo que está pasando en su país. Por eso es necesario que los periodistas sigan protegiéndose para poder hacer su trabajo.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Laura Silvia Battaglia realiza reportajes desde Irak, Italia y Yemen. Desde 2007 ha trabajado como reportera en zonas de conflicto como el Líbano, Israel y Palestina, Afganistán, Kósovo, Egipto, Túnez, Libia, Irak, Irán, Yemen y la frontera siria. Ha producido seis documentales en vídeo. El primero de ellos, titulado Maria Grazia Cutuli Il Prezzo Della Verità, ganó el Premio Giancarlo Siani de 2010.

Traducción de Arrate Hidalgo Sánchez[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Остаться в живых: репортëр Сандро Руотоло рассказывает, как местные журналисты в южной Италии подвергаются угрозам мафии

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Лора Сильвия Баттаглия

Впервые опубликовано 4 апреля, 2019 года

Местный журнализм необходим в Италии, но как докладывает Лора Сильвия Баттаглия, даже простое исполнение своих обязанностей может навлечь на репортëров опасность

Сандро Руотоло – заслуженный журналист, известный своими многолетними расследованиями мафии и Каморры (неаполитанская преступная структура) в южной Италии. Вначале он готовил репортажи для местных новостных организаций, а потом для национального телевидения.

Он говорит, что финансовое выживание – это не единственная проблема местных новостных изданий, оно сопровождается обеспокоенностью о безопасности сотрудников.  

Сейчас Сандро Руотоло работает в Неаполе в «Фенпейдж» (Fanpage) – телевизионный канал, базирующийся в интернете, с 9-ти миллионной аудиторией подписчиков. Он говорит, что местные газеты, которым удалось сделать «жизненно необходимый переход  к цифровому существованию» должны внедрять инновации и приспосабливаться, а также избегать существующей на национальном уровне, но более ощутимой в местных масштабах проблемы: конфликта интересов редакционного руководства и финансовых владельцев.

Он рассказал «Индексу»: «Когда журналисты, особенно местные, зондируют этот сплав интересов, поскольку они верят в независимый журнализм, то они подвергаются опасности – физической опасности».

«Факт того, что 21 журналист, среди них 20 местных, работают с полицейским сопровождением  по причине получения угроз физической расправы, свидетельствует о вине всех остальных репортëров, которые слишком тесно связаны с политиками и развивают этот конфликт интересов».  

Руотоло не единожды угрожали и поэтому ему выделили полицейское сопровождение. Но министр внутренних дел Маттео Сальвини отозвал эскорт, а позже восстановил. Общественность раскритиковала отмену охраны и это, как говорит Руотоло, подчеркивает аппетит аудитории к надлежащему освещению информации.   

«Мой опыт свидетельствует о том, что итальянцы нуждаются в информации», – говорит он.   

Почему мы должны заботиться о местном журнализме?

Местным журналистам во Франции и Бельгии часто недостает смелости привлекать к ответственности местных должностных лиц, компании и организации, или освещать потенциально противоречивые материалы.  Но всë же, они обслуживают основные общественные интересы, информируя по конкретным вопросам, помогая создать общественный форум и привлекая внимание ко многим людям и сообществам, которых на самом деле, или по их мнению, сторонятся национальные средства массовой информации. Упадок местного журнализма подрывает весь журнализм, создавая чëрные дыры во времена, когда понимание «глубинки» исключительно важно. Это грозит популизмом, обостряя чувство «брошенности» и затерянности у тех, кто живëт в городах и деревнях, которые просто проезжают и над которыми просто пролетают.

Жан-Поль Мартоз, бельгийский журналист и обозреватель «Ле Соир» (Le Soir)  

Перевод на русский Анна Волден

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